Son más de 18 Millones de euros lo que el ayuntamiento ingresó al mando de Morales y Andreo, procedentes de los convenios urbanísticos.
Algunos constructores dieron un dinero al ayuntamiento para que se recalificaran unos terrenos con el fin de hacer nuevas urbanizaciones. La institución municipal, por su parte, se comprometía a conseguir que su Plan General (que ahora tiene que aprobar la Comunidad Autonóma) contemplara la legalidad de esas construcciones.
Pero en el proceso de tramitación debió de haber algunas irregularidades que está investigando la Justicia y que ha detenido o ha retrasado toda esta más que sospechosa gestión. Evidentemente muchos de esas urbanizaciones no van a salir adelante, porque eran claramente ilegales y, sobre todo, porque siendo realistas el mercado no absorbería ni una décima parte de lo que estaba previsto hacer.
Vamos que casi ninguno de los constructores que se lanzó a la piscina dando dinero al ayuntamiento tiene la más mínima intención de materializar aquellos proyectos.
¿Qué va a pasar entonces?
Pues que tarde o temprano vamos a tener que devolver los más de 18 Millones que recogieron y que se han gastado nadie sabe en qué. Otra losa más que nos echan encima estos administradores manirrotos que nos han llevado a la ruina.
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